SOBRE NOSOTROS
El Movimiento Eclesial Camino de Emaús (M.C.D.E.) es una Asociación Privada de Fieles Mixta con personalidad jurídica propia -según el canon 322 del C.I.C.- constituída en la Arquidiócesis de San Juan al amparo de lo establecido en el Código de Derecho Canónico.*
IDENTIDAD
El Movimiento Camino de Emaús es una familia eclesial y católica, de vida discipular, evangélica y comunitaria que nace y vive del Misterio Pascual de Jesús Resucitado y se consagra a la evangelización de la sociedad y la cultura actual, acompañando a los hermanos en el camino de encuentro con Dios, Trinidad de Amor, anunciando la gracia de la Redención de Cristo Salvador y Señor según el modelo e inspiración de la Primera Comunidad cristiana.
CARISMA
Los rasgos del Carisma de esta nueva familia eclesial se encuentran en el relato del capítulo 24 del Evangelio de San Lucas que presenta a Jesús Resucitado caminando junto a dos de sus discípulos hacia el pueblo de Emaús. Es una historia de redención y salvación. En ella puede reconocerse la fisonomía y el estilo propio del Movimiento a través de cinco dimensiones fundamentales que definen la vida y la misión de sus miembros:
1. Jesús Resucitado, vencedor de la muerte y testigo del Amor del Padre.
2. Acompañamiento personal de los hermanos en el camino de la vida.
3. Anuncio de la Palabra y del Kerygma que invitan a la conversión (Metanóia)
4. Vida Comunitaria y Eucarística que sitúa a los discípulos en la comunión eclesial (Koinonía)
5. Misión y servicio en la Iglesia desde la Diakonía de Jesús
RAMAS
En el único árbol del Movimiento, Dios ha inspirado y ha dado crecimiento a la formación de cinco Ramas:
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Rama Kairós: Adolescentes y jóvenes en la etapa del Nivel Secundario
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Rama Peregrinos: Jóvenes Universitarios
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Rama Koinonía: Comunidades Discipulares de adultos y jóvenes
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Rama Betania: Comunidad de Laicos/as Consagrados
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Rama Abba Padre: Laicos contemplativos en el mundo
El crecimiento que experimentamos como familia eclesial y el desarrollo providente de la misión pastoral de sus miembros fueron claves en el discernimiento espiritual de los frutos de Dios en la vida del Movimiento y confirmaron el deseo y la necesidad de constituirse como Asociación Privada de Fieles.
Si se les pidiera a los miembros del M.C.D.E elegir una Palabra de Dios que manifieste lo vivido en éstos años de camino junto al Resucitado, podrían hacer suyas, con la misma certeza, las palabras de Pablo a los Filipenses: “Estoy firmemente convencido de que Aquel que comenzó en ustedes la buena obra, la irá completando hasta el día de Cristo Jesús nuestro Señor” (Filip 1,6).
* Estatutos provisorios en proceso de aprobación.
