SAN OSCAR ROMERO

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Sacerdote, obispo y mártir salvadoreño, que acompañó el camino de su pueblo sufriente hasta derramar su propia sangre, como Jesús, el cordero inocente, “Servidor del Señor” (Mt 12,15-21). Su experiencia de transformación y conversión personal lo fue “despertando” para ver la realidad social de su país. 

 

Este llamado interior de Dios lo configuró con la cruz y la Pascua de Jesús, haciéndolo encarnar los sentimientos del corazón del Buen Pastor. Cercano, humilde y dedicado a sus hermanos los más pobres y perseguidos, entregó su vida a Cristo por medio del testimonio supremo del martirio. 

 

Nos inspira y nos confronta su vida, su compromiso y su entrega a los más necesitados y sufridos de su pueblo Salvadoreño.  Nos ayuda a descubrir a aquellos hermanos que viven en la periferia de las “nuevas pobrezas” de la sociedad actual:  pobreza material, pobreza moral y pobreza espiritual. (Papa Francisco)